La ciencia cuando tiene sus arranques, los tiene... y así pues quizás se vaya avanzando en la súplica al Calentamiento Global que no nos azote cada vez más fuerte como en estos últimos veranos tan calurosos en los que llenamos una piscina sudando la gota gorda. Digo esto, porque una vez más la ciencia contribuye a la tecnología y al medio ambiente creando un nuevo material 100% compatible con Greenpeace a fin de fabricar memoria holográfica.


¿De qué se trata la memoria holográfica? Pues muy sencillo. Este tipo de memoria almacena la información,de forma óptica, dentro de cristales o fotopolímetros (un material sensible a la luz) y la ventaja que tiene con respecto a la memoria de discos ópticos es que puede utilizar todo el volumen del medio de almacenamiento sin tener limitaciones a un número reducido de superficies en capas como sucede en la memoria de discos ópticos. Sus características la definirían como una memoria no volátil (no se pierde tras la interrupción de flujo de corriente eléctrica), acceso secuencial y tanto escritura única como de lectura/escritura.

Como decía, el material apto para la fabricación de este tipo de memoria será biodegradable. Los fotopolímetros se caracterizan por tener un alto nivel de toxicidad, el cual un grupo de científicos de la Universidad de Alicante (UA) ha reducido considerablemente para que en un futuro sea el reemplazo de los CD y DVD que ahora vemos por ahí sueltos encima de una manta y [...].

Tratándose de ser un material biodegradable, pionero en España, su reciclaje no perjudicará ni será tóxico, con lo cual, podremos escuchar un armonioso suspiro para los "amigos verdes".

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